Ciudadanía
foto Amanda Lenza Por Aymara Lorente Para Daniel, un cubano americano más en nuestra familia. La alegría y la extrañeza se entremezclan cuando nosotros los cubanos arribamos a ese punto tan crucial que es alcanzar la ciudanía oficial en el país que nos ha acogido. Si algo es bien sabido, es que a los cubanos nos gusta, y nos ha gustado siempre, viajar; pero nunca hubiéramos abandonado totalmente nuestra patria si no hubiera sido por el desbastador mal que arrasa la isla desde 1959. Convertirse en ciudadano de nuestro nuevo país, segunda patria, es sin dudas un triunfo, pero también confirma y acuña, de manera permanente, nuestro exilio, que no podemos calificar como totalmente voluntario, en un gran porciento de los casos. Por mi parte, como siempre he expresado, siento gran responsabilidad por el hecho de que