Un feliz Dia de los Padres a todos nuestros queridos familiares y amigos.
Nuestros hombres de
guayabera.
Aymara Lorente
A mi padre, a nuestro apóstol,
José Martí, y a todos los hombres del exilio.
Para mí la guayabera
representa la pureza y la dulzura de nuestros hombres. Es una asociación que veo reflejada en mi
padre, quien tenía un alma limpia, como de niño, y una disposición modesta y
natural para ayudar y guiar a su familia y a otros que lo necesitaban. Los recuerdos que guardo de él están tejidos
en escenas cotidianas, como aquella donde le veo preparando nuestros libros para
el inicio de cada año escolar, forrándolos con habilidad y cuidado en el papel
casi naranja que era la usanza de entonces. Es una imagen en movimiento impregnada
del olor que desprendía el pote de goma de pegar. Siempre le recuerdo dedicado a brindarnos
felicidad edificando nuestras destrezas: ensenándonos a montar bicicleta, a nadar,
a manejar y llevándonos a empinar papalotes que el mismo construía, en terrenos
abiertos, allá cerca del mar. Y como
olvidar que hasta nos acompañó, a mí y a mis amigas, a matricularnos en la
universidad, pienso que para asegurarse que ya había aprendido a volar. Son los
recuerdos entrañables que nunca mueren, engrandecidos por los
sacrificios personales que hizo por la familia y por sus hijos. Mi padre, quien falleció en Cuba, era como
muchos de nuestros hombres, un dedicado esposo y un padre ejemplar.
La figura de José Martí,
cuyo pensamiento empecé a admirar desde
muy pequeña, fue quien inculcó en mí el sentimiento patriótico, primero por
Cuba, mas adelante por los Estados Unidos, el país que nos acogió y brindo las
posibilidades que el régimen imperante en Cuba nos ha negado. Nuestro Apóstol, que era también un hombre sacrificado y sencillo,
hijo de españoles como mi propio padre, contribuyó a engrandecer
en mi personalidad el sentido de respeto hacia todos los seres humanos, así
como el amor por la libertad, la literatura y el arte. Fue muy emocionante para mí cuando hace
algunos años descubrí y leí el artículo de Martí sobre la primera exposición de
los pintores Impresionistas aquí en New York. Miembros de dos generaciones distantes en el
tiempo, el Maestro y yo, experimentando en el mismo refugio extranjero el placer
de la apreciación artística.
Por varias décadas, los hombres y las familias del
exilio cubano han logrado crear un mundo
material y moral fuera de su patria, así como influenciar a las generaciones
posteriores a través de su propio sacrificio personal. Muchos han fallecido lejos de la patria que
los vio nacer, cosa que nos duele infinitamente, pero al mismo tiempo nos hace
sentir muy orgullosos porque ellos supieron enfrentar el reto que les presentó
la vida. Nuestros admirados hombres pusieron
y ponen a un lado su descanso y sus sueños para forjar, a través del trabajo y de todo
tipo de labor honorable, una descendencia que ha podido alcanzar lo que se ha
propuesto. Son ellos como mi esposo, mi
hermano, mis tíos, primos, sobrinos, y tantos amigos, dedicados a forjar una
vida digna y mejor, mostrando a los que vienen detrás el camino del sacrificio
que conlleva a la grandeza espiritual, la independencia, la paz y el
bienestar. Toda esa obra se puede
resumir en la pureza de nuestra guayabera, con los mismos detalles y la nobleza
del alma cubana.
Simplemente Gracias!!! Se que donde quiera que vivamos, no importa si lejos o cerca, todos los que te conocemos agradecemos tan emotivas lineas. al igual que tu papi donde quiera que este va a estar orgulloso de sus hijos. Por la parte que me toca, gracias mil veces mas.
ReplyDeleteUn orgullo ser padre y un privilegio ser tu amigo.