Por Aymara Lorente Hemos regresado varias veces a la Quinta Avenida en la parte Este de Central Park, particularmente a la zona donde se encuentran muchos vendedores de libros, discos, souvernirs, y también caricaturistas y pintores. Siempre vamos buscando a un viejo artista italiano, después de aquel único encuentro, que forma parte de los recuerdos de la última primavera en New York. Ya va a hacer prácticamente un año que le compramos una obra, un tranquilo paisaje que nos atrapó, y el cual mandamos a montar, unos días después, en un marco que costó, como todo ese tipo de cosa en New York City, “an arm and a leg”. Pero bien valió la pena porque el apacible paisaje y el austero cuadro parecían haber sido creados el uno para el otro. El stand de aquel pintor italiano estaba muy cerca de un vendedor de buena literatura clásica norteamericana e internacional, y entre otros muchos libros interesantes que vimos, encontramos y escogimos una ...